3. Uno que sea un placer culposo.
Crepúsculo
Stephenie Meyer
Hace ya bastante tiempo, rato antes de que se diera el boom que ya todos conocemos, me leí 3 de los 4 libros de la saga Crepúsculo (sí, sólo 3 porque ya al terminar el tercero estaba más que aburrido).
No es difícil entender como esta saga se ha convertido en un éxito de ventas: lenguaje sencillo, problemas de adolescentes, romance y unas cuantas cosas más dieron todas en el blanco (bolsillo) de una generación que aparentemente no se atreve a buscar libros de mejor envergadura; sí, es molesto ver como se arma tal alboroto en torno a unos libros así pero, hasta cierto punto, creo que hay que agradecer que pusiera a leer un poco a muchas personas que no acostumbraban hacerlo, queda de nosotros guiarlos a un mejor camino.
Esto es probablemente lo más oscuro de mi pasado como lector pero, de todas maneras, ¿cómo aprender a separar la buena de la no tan buena literatura si no se conocen de primera mano ambas caras?
Al final del día sólo debemos recordar que por más ventas que tengan estos libros su autora nunca llegará a ser de aquellos autores que lograron influenciar la literatura que vino después de ellos.
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