1.3.17

Anécdota rarita #001

Hoy viajaba en el Metrobús, entregado a la lectura del libro de turno.

En una parada alcanzo a percatarme de que una señora, conocida de la zona en la que vivo, me miraba con insistencia; yo supuse que tenía relación con el hecho de que sonreí ampliamente en más de una ocasión.

Al llegar a nuestro destino, Altamira, la doña -ya fuera del Metrobús- se me acerca a preguntarme cuál era ese libro en el que estaba tan metido. De manera muy grata, feliz de hecho, le comento que se trata de La historia interminable; de inmediato la doña me responde lo siguiente:

"¿De qué es eso? Yo te recomiendo poner los pies en la tierra porque todo termina, este mundo se va a acabar, pisa tierra."


Mi cara ante semejante comentario debió ser tal que la señora dejó de hablar, balbuceó un "Chao" y se fue en el sentido contrario al que llevábamos.

6.9.16

Ejercicio Poético #003



"Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé! 
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas;
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
Y el hombre... Pobre... ¡pobre! Vuelve los ojos, como

la resaca de todo lo sufrido
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.
Son las caídas hondas de los Cristos del alma
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada; 

se empozara en el alma... ¡Yo no sé!
Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido 

Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!"


Poema "Los Heraldos Negros", de César Vallejo; el orden de los versos original se ha trastocado y ahora va así (por estrofa):

  • 1-6-11-16; 2-7-12-13; 3-8-9-14; 4-5-10-15; 17

24.8.16

Ejercicio Poético #002

"Las calles de Buenos Aires
en el lugar de mi ceniza.
Desde uno de tus patios haber mirado
camina sobre Gólgotas.
En busca de la tarde
los mismos versos y las mismas diabluras.
Con la tarde
Ahora es un poco de ceniza y de gloria.
La rosa,
dijo su trémula inmortalidad el estío.
Los muebles de caoba perpetúan
con limosnas de odio.
Ni el pormenor simbólico
con la remota majestad de un ídolo.
El arrabal es el reflejo de nuestro tedio.
El caudal de las noches y de los días.
Zanjones,
y otros serán (y son) tu inmortalidad en la tierra.
Al cabo de los años del destierro
cuando sabemos que soñamos.
En la honda noche universal
que sienten frío en los dientes.
Habré de levantar la vasta vida
como las piedras y los árboles.
Olorosa como un mate curado
su rosario de estrellas desparramadas.
Los patios y su antigua certidumbre,
eres también todo el amor, ahora.
Como quien recorre una costa
fue unos pobres colores.
El poniente de pie como un Arcángel
entristecerá tu ausencia otras tardes.
Silenciosas batallas del ocaso."



Alternancia entre poemas del libro Fervor de Buenos Aires, del escritor argentino Jorge Luis Borges:



  • Se inicia con el primer verso del primer poema, le sigue el último verso del segundo, luego el primero del tercero y así sucesivamente.


Hoy, 24 de agosto, no podía hacer menos que publicar un ejercicio a partir de uno de sus textos.

14.8.16

Ejercicio Poético #001

"Aquí tenemos unas muestras de efectos de MR de pantalla...
La pantalla se ilumina...
Ser nadie...
Ser todos...
Ser yo...
Ser tú...
Brujas horribles y hombres viejos, leprosos, idiotas que babean se señalan a sí mismos y a la audiencia al tiempo que entonan...
Orden número 5...
Orden número 6...
Esparcidas frente a él hay jeringas, pipas de marihuana, muestras de heroína, hachís, LSD...
Cinco viajes con una droga pueden ser una experiencia agradable y emocionante..."



Fragmentos seleccionados de la obra La revolución electrónica, de Burroughs con el siguiente criterio:

  • Oraciones que terminen en puntos suspensivos.
El orden de aparición en el resultado final es fiel al orden del libro.

6.12.15

Banco de citas: 'Mientras escribo', de Stephen King

No recuerdo exactamente hace cuanto tiempo terminé de leer Mientras escribo, un libro de Stephen King que va sobre, sí, el oficio del escritor. Lo cierto es que al terminarlo me propuse armar un banco de citas, por diversas razones, y compartirlo en cuanto lugar pudiera; considero que todo aspirante a escritor, incluso cualquier lector, debe pasar por estas páginas o al menos tener acceso a cosas puntuales que en éstas se dicen (obvio, esto resulta bastante subjetivo).

El punto es que terminé de armarlo hoy y paso a colgarlo; espero que alguien le encuentre alguna utilidad, ahora o más adelante.

Descargar aquí: Banco de citas: Mientas escribo, de Stephen King.

Esto es algo que quiero hacer con otros libros por lo que, sinceramente, cualquier sugerencia en cuanto a los métodos utilizados o a las formas de presentación será bienvenida.

Disfruten.

21.9.15

Centesimal - [Ejercicio narrativo]

Ejercicio narrativo a partir de este dibujo (de Dayana Villa) y de una palabra elegida al azar en el diccionario ("centesimal").
El último de los árboles centesimales permanecía inmóvil, como buen ejemplar de su especie, bajo el sol del desierto africano. Sabía que su destino era la muerte, muy a pesar del mínimo hilo de agua que corría a escasos metros de sus raíces. Sí, la madre naturaleza es así de cruel.
Un año de sequía. Sobrevivió más que los otros 98 por algo que siempre le pareció terrible: era de menor tamaño; esto resultó de provecho, vivió a la sombra de los más grandes. Vivió más. Pero ya no había protección. Ahora sólo su fuerza de voluntad lo mantenía allí, esperando una milagrosa crecida del río o que llegaran las nubes que saciarían su sed en nombre de los caídos. Lo que sucediera primero.
Una noche el cielo empezó a revolverse a lo lejos; por la mañana resultaba imposible ver la luz a través del plomo que cubría todo. El hilo transformado en arroyo. La lluvia hizo presencia y con ella el dolor: gotas gruesas que rompían sus débiles ramas. Aguacero. El arroyo devino en torrente desbocado. El último de los centesimales pudo saciar su sed mientras caía despedazado y era arrastrado por el agua que tanto deseó. Sí, la madre naturaleza es así de cruel. 

14.1.15

Evidencia

Este blog es eso, la evidencia de mi inconstancia.

Recuerdo que en algún momento de mi vida, hace ya no sé cuantos años, no era así.

Creo que el temor a hacer algo y que no sea bueno me sobrepasó.

Y aquí estoy, así.

17.6.14

Rant


Venezuela es un país hermoso; tiene atardeceres fantásticos y paisajes que pasan por toda la gama imaginable. Venezuela es, definitivamente, un lugar maravilloso.

Lo que jode a Venezuela, lo que lo jode a uno de estar en ella, es una tremenda cantidad de la gente que lleva el gentilicio de venezolano.

No es sólo por el tema de la viveza criolla, que bien se repite una y otra vez, al asunto va más allá de eso. Aquí hay un salvajismo imperante, una anarquía brutal, que se puede apreciar en cualquier ámbito del día a día: en el transporte público (Metro o camioneticas, da igual), el trato entre peatones y conductores, la atención y servicio al cliente, la gente en el supermercado... ya me entiende, ¿no?

Esas cosas nos tienen muy jodidos como sociedad pero creo que hay un factor que nos hace llegar al fondo (o, al menos, bastante cerca) y que muchos, estoy seguro, se empeñarían en negar: la envidia. En Venezuela reina una vaina de que si tú tienes algo y yo no puedo tenerlo, te lo jodo.

¿Y a cuenta de qué viene todo esto? Les cuento:

Hace no muchos meses, después de muchos años de esfuerzo y endeudarse, mi mamá pudo comprarse una casita modesta en Anaco; a la construcción, sencilla pero casi lista, le faltaba armar el muro que cierra el frente de la casa. Se mandó a hacer. El muro ya estaba a la mitad. Esta mañana el albañil llamó a mi mamá para decirle que encontró lo que se había hecho por el piso, destruido.

Como es de esperar, mi mamá quedó bastante mal porque es un sueño que veía cada vez más cerca como para que vengan unos mamagüevos envidiosos y sin oficio a jodérselo.

¿Yo? Yo cada vez estoy más decepcionado (parece pendejada, no sé si se pueda estar MÁS decepcionado a estas alturas) de la gente que me rodea; gracias a dios aún queda gente, mis amigos y conocidos, que me recuerdan que no todo venezolano es una manzana podrida en este hermoso guacal llamado Venezuela.

A todos ustedes, gente bonita y bien portada, gracias (también por leer).

19.5.14

Hoy

Empecé un nuevo trabajo.
Terminé oficialmente las materias de la universidad.
Vuelvo a escribir por acá.

¿Mañana?