24.4.11

Café Venezuela

Es un café que queda en el Waraira Repano (ustedes saben, donde lo deja a uno el teleférico).

El sitio, desde afuera y por la buena apariencia de las muestras que hay en la entrada, me había llamado la atención desde la primera vez que lo vi pero, por una cosa u otra, nunca me había decidido a tomarme un café allí.

Sucedió.

Decepción.

Desde que entré al lugar pude sentir que la experiencia no iba a ser la mejor; el sitio estaba vacío (contrastando con el resto del parque que se encontraba lleno), en la barra no había quien atendiera y, como mayor presagio, por ningún lado había una máquina de espresso.

Me acerqué a la cajera y pedí mi café grande (luego de ver un cartel donde se jactan de que su “café socialista” cuesta sólo 2,5 Bs.F en oposición a un “café imperialista” que está por encima de los 5,3 Bs.F.); me indicaron que debía retirarlo por la barra pero, justo cuando estoy volteando, algunas personas que estaban paradas en la barra comenzaron a quejarse con la cajera de que allí no había quien atendiera. La chica tuvo que dejar su puesto, recogió el ticket de cada uno (al tiempo que preguntaba el tipo de café deseado) y procedió a retirarse al área que, asumo, es la cocina.

Pasaron 3 minutos y volvió, cafés en mano y una “sonrisa” mientras los entregaba. Mi sonrisa se esfumó en 2 segundos, bastó con ver lo que me estaban entregando: un café cuya apariencia me hizo pensar que lo prepararon a los coñazos, que no lo prepararon con una máquina espresso o que, probablemente más cercano a la realidad, el que prepara las bebidas no tiene idea de eso. Y como la apariencia, el sabor. Era un café aguado, podríamos llamarlo “guayoyo con leche”, terrible.

Como dije en ese momento, allí no tomo más café y, en cuanto a que son más económicos, seguiré prefiriendo bajarme de la mula con 10/15/20 Bs.F. por una BUENA taza de café que pagando dos lochas por agua tintada.

:)