Hoy fui al cine (con Ayna) y vimos Medianoche en París, la más reciente película de Woody Allen.
Si bien no estamos frente a la película del año, aunque sí será de las recordadas, no es difícil comprender porqué le ha ido tan bien a nivel mundial (en taquilla y con la crítica): dirección impecable, una historia finamente realizada, actuaciones excelentes y -mi parte favorita- un montón de referencias a grandes personajes del mundo artístico (encarnados por grandes actores) son algunos de los factores que la convierten en una comedia romántica interesante.
Más allá del tema amoroso la película maneja una idea más profunda e interesante: esa extraña tendencia del hombre de pensar y sentir que su época no es la ideal, que todo tiempo pasado fue mejor; creo, y ésta es sólo mi opinión, que Allen realizó un magnífico trabajo al unir este planteamiento con la trama amorosa de la cinta sin dejar ninguno inconcluso.
En fin, si tienen ganas de ir al cine y de reír un rato sin dejar de pensar pues ésta es la opción correcta (y, como extra, se podrán sorprender viendo en la gran pantalla a versiones de sus escritores y pintores favoritos).